F2: Mi experiencia con las Maras, en las cárceles de Guatemala.

 

Por Estefanía Valls Urquijo

 

Escribo este artículo por pura necesidad de humanidad, porque si en la guerra entre MORALIDAD y HUMANIDAD, la humanidad es olvidada, perdemos la sensibilidad y la capacidad de valorar la vida. Esta escuela dura que experimentamos todos a distintos niveles y que nos permite apoyar la vida de los más desvalidos, quienes, en lugar de vivir, sobreviven, ya sea porque la humanidad a su alrededor nunca existió, porque el daño que han hecho les fue hecho antes, porque en el inframundo, la vida vale tan poco que si piensas, NO EXISTES. Empezaron a morir desde que nacieron, pero sin la fortuna de vivir sin pensar en la muerte. Todo victimario fue antes una víctima.

 

Tuve hace unos años la preciosa oportunidad de descubrir la meditación. Durante el curso, uno de los presentadores compartió su experiencia llevando el silencio y la paz interior a las cárceles de California. Este fue uno de esos momentos en la vida en los que todo se alinea y en un instante sabemos que es lo que debemos hacer, quizás porque ha sido una vieja idea desde mi infancia al conocer el compromiso de todo buen cristiano: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, ayudar al que no tiene techo y visitar a los enfermos y a los presos. Pero ¿Quién visita a los presos? Nadie, pensé, quizás algún día podré hacerlo yo. Tuve un llamado, como lo llaman algunos. Al volver a Guatemala escribí al director del Sistema Penitenciario y a la semana siguiente ya tenía mi permiso para empezar a dar clases. Aún hoy me pregunto, ¿Cómo? La semana siguiente empezaba a dar relajación y meditación en Santa teresa, un centro preventivo de mujeres. ¿Porqué Santa Teresa? Llevo varios años trabajando por la mujer en Guatemala, en el año 2013 fundé con una periodista, muy conocida y respetada en Guatemala, un movimiento de empoderamiento para mujeres (www.poderosas.org). Cuando aún nadie hablaba de trabajar mujeres por mujeres, nosotras iniciamos con este espacio que ha cambiado vidas y sigue creciendo.

 

En Santa Teresa conocí a una mujer a la que debo la claridad de mi empuje hacia esta humanidad olvidada. Ashley Williams (“La serigrafía de la gringa” sugiero buscarla, seguirla y apoyarla) una verdadera heroína. Una americana que, sin hablar español, a los 18 años, decidió entregar su vida a la lucha de los derechos de los olvidados en las barriadas de Guatemala y posteriormente en sus cárceles, dando trabajo a costa de su salud física, los sacrificios más admirables y una falta de egoísmo que no conozco en nadie más. Al conocerla me preguntó ¿Y tu por qué estás aquí? eres la única persona blanca, sin problemas con la ley, sin parientes dentro de la cárcel que conozco aquí dentro. Y le dije, por lo mismo que tú, por ayudar a los que nadie ayuda. Después de un par de años viéndonos “dentro de la cárcel” me propuso dar clases en F2, una cárcel de hombres de alta seguridad, la “casa” de los líderes de la Mara Salvatrucha. Fui, pasé la prueba de Jorge Yahir De León Hernández - su líder, y por 3 años les di clases a un grupo de ente 25 y 30 reclusos. Si Dios existe, ha sido aquí donde lo he sentido más cerca.

 

Entro a F2 con 15 guardias encapuchados que me acompañan a cruzar dos rejas, la tercera la pasé sola. Aquí me hacen sentir más valorada, más cuidada y respetada que en muchos círculos en los que me muevo. Las clases duran una hora, en la más estricta disciplina, orden y entrega de parte de los participantes. La ignorancia y la falta de oportunidad son las peores enemigas del progreso, del bien y la libertad.

 

Hace tres años comprendí que, para poder hacer un cambio verdadero en la vida de los pandilleros, dentro y fuera de la cárcel, el único camino sería haciéndolo privadamente. Las cárceles en Guatemala son el negocio más rentable. Por ejemplo, tengo entendido que, por cada preso, el Gobierno entrega al Sistema Penitenciario Q 5.00 diarios de comida y si mucho se invierten 45 centavos en tacos podridos y más pequeños que mi dedo meñique, frijoles mohosos, tortillas viejas, la comida que las y los pobres desgraciados que la familia olvida debe de comer, o morir de hambre. ¿A quién le interesan los presos, si comen o viven? A nadie, aquí no se fiscaliza, aquí no se pregunta.

 

Hoy en el aniversario del Holocausto pienso, si tan sólo vieran nuestra sociedad aterrada y nuestras cárceles olvidadas, el mundo sabría que el horror humano sigue latiendo entre nosotros. “¿Quieres conocer un país? visita sus cárceles”.

 

Hoy me he reunido con Yahir en F2, me atrevo a decir, la cárcel donde los presos han hecho de una cárcel un centro de rehabilitación eficaz, verdadero y progresista. Jorge Yahir De León Hernández me ha pedido, “Necesitamos hablar de lo que estamos haciendo aquí y mostrar que somos capaces de crear nuestras propias oportunidades. Aquí, entre los nuestros, hay talento e inteligencia y lo único que necesitamos es que nos permitan demostrarlo, que se respete nuestro trabajo para que puedan ver que la rehabilitación ES POSIBLE.”

 

F2. Cárcel de alta seguridad, poblada de asesinos, tatuados, la “lacra” de nuestra sociedad. Ojo, todo victimario fue antes una víctima. Porque “ojos que no ven…” Apoyo este artículo con una serie de fotos que muestran lo que explicaré, pero puedo decirles que en las fotos no transmiten la maravillosa energía que encuentro dentro… ni siquiera las palabras serán suficientes.

* Aclarando que la cámara con la que se sacaron las fotos, no me pertenece, ni conozco su proveniencia.

 

En F2 hay: Serigrafía donde se imprimen las t-shirts, que, por encargo, la empresa de Ashley “La serigrafía de la Gringa” vende en el mercado de Guatemala. Hay panadería que suple las necesidades de esta cárcel y sus guardias. Escuela, ¡escuela! donde los profesores son los mismos reclusos; enseñan primaria, inglés básico y avanzado, lectura dirigida. Dentistería, señores/as uno de los reclusos ha aprendido a hacer limpiezas en una silla de dentista moderna, nueva y en un espacio pulcro, ordenado y bien cuidado. ¿Cómo aprendiste le pregunté? viendo a los dentistas, pero sabías algo de medicina antes de aquí y me dijo, hice un curso de primeros auxilios y en mi familia hay médicos, lo debo de llevar en la sangre. Los dentistas que vienen, los traen ellos mismos para atenderlos. Tienen clínica de atención médica básica, toma de presión, radiografías y electrocardiograma. Sé lo que están pensando, ¿Y de donde sacan el dinero para pagar todo esto? Y yo les pregunto: ¿Y donde está el Estado que debería estárselos dando para poder rehabilitarlos y restaurarlos como ciudadanos que aportan no destruyen? ¿Dónde empieza? ¿El huevo o la gallina?

 

El tema de la comida en las cárceles de Guatemala es uno de los temas más terribles, no sólo porque los reclusos/as dependen de ella, sino porque sus guardias también! No permiten que tengan cocinas, y ya sabemos qué les dan de comer… podría pasar horas explicando mis “donaciones” en Santa Teresa, una cárcel construida para 250 mujeres donde viven 1,700 y entre 45 y 70 niños menores de 4 años nacidos allí, sin visitas maritales… ¿Quiénes serán los padres? En F2 consiguieron permiso para hacer su cocina, una cocina impecable, ordenada y bien diseñada, donde por turnos, 4 cocineros se las arreglan para dar de comer a más de cien miembros. Tienen comedor, licuados de frutas, venta de pan (que ellos producen) alguna vez me ha tocado quedarme a comer porque salí tarde y los guardias estaban hora de almuerzo.

 

Jorge Yahir De León Hernández; Quién no lo conoce le sugiero leer el maravilloso artículo “La paz en las calles comienza en sus cárceles”, publicado en El País, diario español. A Jorge Yahir De León Hernández le conozco desde hace casi 5 años, señores/as, en el mundo hay líderes que nacen y otros que se hacen, Jorge Yahir De León Hernández nació y se hizo el líder de la Mara Salvatrucha, el ejército clandestino mejor organizado del triángulo norte.

 

Hace tres años decidimos con Ashley crear una Fundación para la rehabilitación y reinserción de miembros de las Maras, conseguimos los fondos y el apoyo de personas conscientes, miembros de nuestra sociedad que, creyendo ciegamente en nosotras y en nuestra propuesta, nos apoya. Gobernación la aprobó, cosa que aplaudo y aplaudo, nunca pensé que pasara sin un largo cuestionamiento, este país tiene líderes positivos y asertivos entre sus políticos, no tengo duda. Quien quiera conocer nuestro enfoque y misión puede visitar nuestra página www.core.org.gt Al tenerla ya activa, nos reunimos con Yahir, que tan acertadamente nos propuso: “Nosotros ya estamos condenados, no saldremos de aquí, pero nuestros chicos en la calle Estefanía, nadie los apoya, los educa, les da trabajo. Necesitamos darles la oportunidad para poderlos sacar de la violencia y restaurarlos en la sociedad.” De aquí surgió la idea de crear “Centros de día para jóvenes” pertenecientes a las maras, donde se le de cuidado de salud, apoyo psicológico, educación y trabajo. Nadie quiere a un “marero” en su empresa, mi propuesta es llevar a los centros el trabajo, contar con industrias dispuestas a darnos una parte de sus procesos para maquilarlo en nuestros centros; damos trabajo, ellos tienen producto de alta calidad, y el beneficio directo es para nuestros jóvenes trabajadores que por primera vez sabrán lo que es ganar un dinero limpio, abrir una cuenta de banco, tener un nombre y un valor como SER HUMANO. Mucho podemos hablar sobre este proyecto, he estado reunida en U.S.A con personajes de la política a los que agradezco tanto el espacio para contarles sobre CORE. Ellos han entendido y apostado por esta solución para la violencia que consume nuestra sociedad. ¿porqué U.S.A? fácil, sus muros en la frontera. Todos nuestros compatriotas que emigran, se van por culpa de la violencia y extorciones de parte de estos grupos, estos grupos existen porque no tienen ninguna otra manera de subsistir, porque no tienen familia, identidad ni apoyo fuera de la MARA.

Nuestra idea: Invirtamos en el espacio que les dé lo que la MARA les da, hagamos de ellos ciudadanos respetables y los billones invertidos en sus muros no será necesarios.

 

Hoy, después de días buscando la manera de conseguir la ley para conocerla, me la han hecho llegar. La iniciativa de ley número 5692 del Congreso (conocida como “La ley antiterrorismo”).

 

Las leyes están hechas para cumplirse, y adecuarlas en tiempo y circunstancia me parece lo más correcto. Con este artículo no justifico a los que a través del terror y la violencia consiguen su subsistencia. Guatemala llora sangre, son las personas honestas, trabajadoras, que se levantan a las 4 de la mañana para preparar a sus hijos, que trabajar de sol a sol para vivir honestamente, ellos, el motor de nuestro país, son las víctimas directas de las pandillas. Hijas violadas a los 11 años, extorsiones que los dejan entre el miedo y la miseria porque los exprimen hasta dejarlos sin aliento. Pero, para encontrar soluciones verdaderas y duraderas, debemos de entender las dos partes. Si justifico las consecuencias de la falta de los derechos básicos de cualquier ser humano, techo, comida, salud, educación y trabajo. Después de sobrevivir, pertenecer se vuelve básico, ésta ha sido la clave para la existencia de las Pandillas / Maras, han dado pertenencia y sobrevivencia, han dado orden y estructura donde el Estado no fue capaz de darlo. Nos quejamos de las consecuencias, pero olvidamos las razones que la provocan, la ineficiencia de un Estado corrupto, enfermo y que, como ellos, empezó a morir desde que nació.

 

Las cosas buenas hay que decirlas, como las malas, a las que estamos acostumbrados.

 

Si se me permite dar una Opinión personal, que sin más bases que la experiencia y la lectura de esta Iniciativa de ley, me atrevo a sugerir que, así como las obligaciones y responsabilidades son PERSONALES, esta ley consiga diferenciar entre las personas y los grupos que en este momento están delinquiendo o se están Rehabilitando. Sé que el esfuerzo o interés del Sistema Penitenciario en procurar la Rehabilitación y Reinserción en las cárceles, se ha quedado en meras intenciones con pocos, poquísimos, ejemplos en alguna cárcel que los tiene ya implementados.

 

La sectorización según los delitos cometidos dentro de las cárceles guatemaltecas no existe, ¿Cuál es la consecuencia? Una escuela del delito intensiva y eficiente. Pregunto: ¿Tiene lógica lo que explico? Pero, ¿Cómo realizar esta selección obligatoria e inexistente? Vaya… si nuestro Motor Legislativo no la tiene, poco gano explicándola.

 

De nuevo una opinión personal, si sirve de algo: las cárceles debemos hacerlas público-privadas. ¿Qué nos preocuparía? ¿Que se vuelvan un negocio? Señores/as ya son un negocio!

 

No nos olvidemos que Guatemala ciudad, es solo una parte del país, si mi experiencia aquí es ésta, me cuesta imaginar las condiciones en el interior del país. Noticias que NO llegan, “porque es muy lejos” vivimos en un país incomunicado. “Que se las arreglen ellos” tanto las víctimas como los victimarios, y luego nos sorprenden las caravanas de emigrantes cargadas de historias de terror.

 

Acabo, porque no la haría se no me obligo a callarme.

 

Humanidad / Moralidad, como dice Sahdguru en una de sus iluminadas capsulas en Instagram: La moral se dicta desde las leyes, hechas para aclarar la diferencia entre le bien y el mal, la humanidad la dicta la naturaleza, el alma y la conciencia, y pocas veces se equivoca.

 

 

©2020 Fundación CORE, Guatemala, Centroamérica

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